
El donostiarra
Fernando Ossa, fallecido ayer en la cordillera de los Andes,
nunca había sufrido un
percance grave
en sus ascensos a la montaña, a los que siempre acudía "mejor que
superpreparado", ha asegurado su hermano Jon. Ossa era el mayor de
seis hermanos de una familia de Donostia-San Sebastián, aunque él,
ingeniero, vivía en Bizkaia y trabajaba en el parque tecnológico de
Zamudio.
Su hermano Jon Ossa ha explicado que no era la primera vez que Fernando subía a alturas como la del nevado Ojos del Salado, donde ha perdido la vida tras permanecer dos días, aislado y necesitado de auxilio, en compañía del alpinista vizcaíno Paco Vicario, a unos 6.500 metros de altitud.......
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