ELTIEMPO EN JARABA

7.8.16

Este mes de julio se celebran las Bodas de Plata de la ascensión del pico Ciudad de Zaragoza, en Kirguistán La cima virgen de 5.480 metros la conquitaron tres alpinistas del Pirineos y dos de ellos pertenecientes a la Tertulia Albada

 Carlos López y Joaquín Muñoz -socios de nuestro club de montaña - junto a Toño Marco en el mediodía del 31 de julio de 1991 colocaban la bandera de la capital aragonesa  en la cumbre del Ciudad de Zaragoza. 25 años, FELICIDADES.

Con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, que entonces dirigía Antonio González Triviño. El 17 de julio partieron de Zaragoza con destino a Rusia, Pedro Cameo, el presidente del club y ellos tres.
Parece que fue ayer cuando Joaquín Muñoz rememora la aventura ojeando un voluminoso dosier lleno de recortes de prensa y fotografías. "En año anterior a la conquista subimos el Pico Comunismo. El año siguiente teníamos un proyecto para ir al Manaslu, pero nos falló. La alternativa era hacer el Pobedy, un pico que no se había subido. Pero los rusos nos ofrecieron hacer un monte virgen. El gobierno ruso lo ofertaba para poder sacar dinero porque estaban en bancarrota".
Partieron de Zaragoza el 17 de julio y estuvieron allí mes y medio. No tenían referencias de la montaña anónima. "Teníamos una simple fotografía. El 21 de julio llegamos al campamento base. El helicóptero nos dejó en un glaciar y trazamos nosotros el recorrido. Son grandes lenguas de hielo de 60 kilómetros de longitud y cuatro de anchura de cuatro", dice Muñoz.
El campamento base estaba situado a 4.100 metros de altitud. "Se habían montado tiendas comedor y tiendas botiquín muy simples. Nosotros llevábamos nuestras tiendas de ataque. Teníamos dos cocineros y una intérprete mexicana. Las primeras jornadas atravesamos un glaciar en un terreno caótico de seracs y bloques de hielo. Era peligroso e íbamos todos encordados en este laberinto. Fue en la parte superior donde colocamos un campamento", recuerda.
Ataque a cima
Los días pasaban y la ascensión se les hacía cada vez más larga y dura. "Instalamos un campamento tras alcanzar un collado situado a unos 4.800 metros. Subimos 500 metros de desnivel y pendientes de hasta 55 grados de inclinación por una pala de nieve con tramos helados y peligrosos", recuerda.
Se quedaron sin comida y tuvieron que regresar al campamento base. Después comenzó el ataque final a la cima. "Instalamos otro campamento más arriba del collado, al final de la arista. El día de cima comenzamos a las ocho menos cuarto de la mañana. Amaneció nublado y nos costó llegar arriba cinco horas. Nevaba de manera insistente y la huella se borró. Cuando se disipó la niebla encontramos el camino. Pero aún así, nos costó dos días regresar al campamento base", dice Joaquín Muñoz.
Los zaragozanos continuaron el periplo haciendo una montaña más alta que el Ciudad de Zaragoza. Era el Basha Psabela, de 6.918 metros. Lo alcanzaron el 13 de agosto. "El desnivel era de 2.700 metros y lo subimos en estilo alpino. En la cima había una temperaturas de 30 grados bajo", concluye Joaquín Muñoz.

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